- julio 2, 2020
- 2:25 pm
Economía Peruana en tiempos de coronavirus
La economía peruana ha presentado dos fases diferenciadas de crecimiento económico. Entre 2002 y 2013, el Perú se distinguió como uno de los países de mayor dinamismo en América Latina, con una tasa de crecimiento promedio del PBI de 6.1% anual. La adopción de políticas macroeconómicas prudentes y reformas estructurales de amplio alcance, en un entorno externo favorable, crearon un escenario de alto crecimiento y baja inflación.
Entre 2014 y 2019, la expansión de la economía se desaceleró a un promedio de 3.1% anual, sobre todo como consecuencia de la corrección en el precio internacional de las materias primas, entre ellas el cobre, principal producto de exportación peruano. Esto generó una caída temporal de la inversión privada, menores ingresos fiscales y una desaceleración del consumo.
El INEI ha calculado un -3.4% en lo que va del primer trimestre del año 2020, explicado por la contracción de la demanda interna (-1,8%) y el comportamiento negativo de nuestras exportaciones (-10,1%). La pandemia provocada por el COVID-19 tiene severos efectos en la salud de las personas de las diferentes sociedades, y también está afectando la actividad económica mundial. Las proyecciones indican que las medidas adoptadas por los países para contener el avance de la pandemia, provocará una drástica contracción del crecimiento internacional.
Fuente: 1/ Banco Central de Reserva del Perú-BCR; iNSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA E INFORMÁTICA-INEI (PRIMER TRIMESTRE 2020)
Economía peruana durante Covid-19
Debido al impacto de la pandemia de COVID-19 se espera que la economía esté en recesión en 2020, lo que provocará un aumento de la pobreza y la desigualdad. La profundidad de estos impactos dependerá de la duración de la crisis y la respuesta del Gobierno. Un menor crecimiento en China y una probable recesión en las economías del G7 provocarán una fuerte disminución de la demanda de commodities, lo que disminuirá los volúmenes de exportación y también la inversión privada.
Además, las medidas sin precedentes para frenar la propagación del virus, que incluyeron el cierre temporal de las fronteras y una cuarentena en todo el país, conducirán a una disminución significativa del consumo privado, especialmente en servicios como restaurantes, transporte y comercio. Esto a su vez conducirá a una abrupta caída de los ingresos de los trabajadores; en particular los independientes e informales. El déficit de gasto privado se compensará solo parcialmente con un aumento del gasto público. El Gobierno ha ensamblado un programa integral de alivio y contención económica para proteger a la población vulnerable y apoyar a las empresas que comprende medidas de apoyo a los ingresos, pago de impuestos diferidos y garantías de crédito para el sector privado. Dada la naturaleza temporal esperada del choque se proyecta que la economía se recupere fuertemente en 2021, lo que conduciría a una reanudación en la reducción de la pobreza.
El reto para la economía peruana es imprimir mayor velocidad a la evolución del producto y promover con ello la prosperidad compartida. Para lograrlo, será necesario promover la mejora de la infraestructura conectiva, de la provisión de servicios públicos y del capital humano, así como reducir la rigidez en los mercados de productos y factores.
Inversión en la Salud
Un informe publicado en 2018 por la revista especializada en salud pública de la OPS había recordado que los países en América Latina con cierto crecimiento económico, se habían comprometido, como estrategia para asegurar una cobertura universal en salud en el tiempo, elevar al 6% del PBI el gasto en salud solo con el crecimiento económico.
Según el estudio «Espacio fiscal para salud en las Américas: ¿es suficiente el crecimiento económico?», Uruguay, Cuba y Costa Rica ya alcanzaron el 6% mientras que Ecuador y Colombia y Bolivia lo harían antes del 2027. Perú no podría alcanzar la meta solo con crecimiento económico sino hasta después del año 2100. Por ello, para poder cumplir con ese objetivo tendría que hacer uso de los fondos obtenidos mediante una mayor recaudación o su eficiencia en el manejo del gasto.
Ni siquiera construir muchos hospitales, con muchas camas, es garantía de éxito, según los expertos. Las cifras oficiales del Ministerio de Salud indican que hay solo 16 camas por cada diez mil habitantes, mientras Cuba aparece primero con 53 camas por cada 10 mil personas y Argentina figura en el segundo lugar del ranking con 46. Aunque Perú tiene menos camas per cápita, en muchos hospitales de provincias no emplean todas las camas porque muchos centros de salud no funcionan al 100% de su real capacidad por carecer de personal médico especializado.
A la fecha el sector salud tiene un Presupuesto (PIM) de S/ 10,493,632,557 soles, de los cuales casi 8 mil millones de soles fueron asignados al MINSA, 2 mil millones al SIS, 444 mil soles al INEN, 143 mil soles para el INS y 46 mil soles para SUSALUD.