Fuerte alza de precios
El Índice de Precios al Consumidor de la ciudad de Lima (IPC) subió 1,01% en el mes de julio, por encima del consenso del mercado (consenso Bloomberg: +0,46%). El impacto del aumento que han venido registrando las cotizaciones internacionales de insumos alimentarios (como el trigo, maíz, y soja) y del petróleo, así como la depreciación de la moneda local, explican parte importante de la inflación del mes.
Ello se reflejó, por ejemplo, en los precios locales del pan, la carne de pollo, el aceite, los combustibles, equipos importados (automóviles), y bienes y servicios cuyas tarifas están vinculadas al comportamiento del tipo de cambio (por ejemplo, la electricidad). A todo esto, se sumaron algunos
temas por el lado de la oferta, en particular anomalías climatológicas, que dificultaron el abastecimiento de gas licuado de petróleo y de algunos alimentos (pescados), y el incremento de las tarifas de agua potable.

Con este resultado, la inflación en términos interanuales aumentó de 3,3% en junio a 3,8% en julio. Cabe agregar que la inflación que excluye a los alimentos y la energía, una medida más tendencial del ritmo al que avanzan los precios, aumentó de 1,9% en junio a 2,1% en julio (ver Gráfico 1).
Un elemento importante con el fin de anticipar la trayectoria inflacionaria en los próximos meses es evaluar hasta qué punto las mayores cotizaciones internacionales de insumos alimentarios y del petróleo, así como el alza del tipo de cambio, han sido trasladadas ya a los precios de bienes y servicios finales. En un contexto “normal”, este traslado es usualmente gradual porque las empresas inicialmente absorben en sus márgenes de ganancia fluctuaciones que se perciben como temporales en el precio de sus insumos. Sin embargo, cuando los incrementos son muy fuertes o se perciben como permanentes, el ajuste al alza en los precios finales puede ser más rápido y significativo (para evitar ajustes continuos en los precios al consumidor).
En este contexto, es interesante observar que al mes de junio los indicadores de expectativa a tres meses para el precio promedio de venta y para el precio promedio de insumos que publica el BCRP tienen tendencia al alza: cada vez más empresas esperan mayores costos y reajustes al alza en sus precios finales en los meses venideros. Ello podría ser un indicio de que el traslado de los recientes choques de oferta hacia los precios finales se está realizando solo gradualmente, lo que a su vez puede sugerir que aún habría espacio para algún recorrido adicional al alza. En los próximos días el BCRP publicará el resultado de esta encuesta para el mes de julio.
Fuente: INEI, BBVA Research